lunes, 28 de marzo de 2011

EL MITO EN PLATÓN

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Breve reflexión sobre este tema.

          MAX. LUGO

 La palabra mito proviene del vocablo griego “mythos”, que significa narración o relato. Entiendo por mito, la narración a través de la cual los colectivos de seres humanos buscan comprenderse y orientar un sentido a su estancia en el mundo. Es un término vinculado con el arché, con el origen, con el principio como condición metafísica.
Según  José Ferrater Mora (Diccionario de Filosofía K-P), se llama mito a un relato de algo fabuloso que se supone aconteció en un pasado remoto y casi siempre impreciso.
Por su parte Carlos García Gual, en la entrada correspondiente a Mito, del Diccionario de hermenéutica, dirigido por A. Ortiz- Osés y P. Lanceros (Deusto), recuerda a G. S. Kirk cuando afirma en su libro El mito: su significado y funciones en las distintas culturas, que “no hay ninguna definición de mito que se ajuste a todos los casos reales. Los mitos difieren enormemente por su morfología y su función social”   y apoyándose en este autor señala de manera pragmática en el mismo texto: “…entendemos por ‘mito’ un relato tradicional que cuenta la actuación memorable de unos personajes extraordinarios en un tiempo prestigioso y lejano”
 De acuerdo a Salustio, en su obra “Sobre los dioses y el mundo”, los mitos se clasifican en: teológicos, físicos, psíquicos, materiales y mixtos. En tanto que actualmente, la clasificación que predomina es la de mitos: teológicos, cosmogónicos, escatológicos y etiológicos.
Existe una relación entre  mito y filosofía. El paso del mito al logos como explicación del mundo y de las relaciones que lo constituyen de manera simplista, puede decirse que en tratándose del mito representa una forma primigenia e incompleta de dar cuenta de la realidad; en tanto que el logos, valdría como forma completa y correspondiente de la verdad. Sin embargo esto no es del todo acertado si se toma en  consideración  que la filosofía requiere de mito en muchas ocasiones para explicarse.         
 Ferrater Mora (op. cit.) afirma que Platón retomó el uso del mito de los sofistas, en cuanto éstos admitieron la narración mitológica “como envoltura de la verdad filosófica”. Por lo que es para el Académico “como un modo de expresar ciertas verdades que escapan al razonamiento” y por ello no puede ser eliminado de la filosofía platónica.
En tanto  García Gual en la fuente precitada señala al referirse a los mitos en Platón, que la invención de éstos “es ante todo una recreación de relatos de corte tradicional, hecha sobre una pauta previa y un esquema típico” y considera que los mitos platónicos son “mitos secundarios”, que “sólo al ser memorizados por la colectividad podrían devenir mitos auténticos.”
En la República, el Timeo, el Político, Fedro, el Banquete, el Fedón, el Gorgias, el Protágoras, el Menón, Critias  y en las Leyes,  encontramos la presencia del mito en Platón.
Emilio Lledó en un escolio de la intorducción General de los Diálogos I (Biblioteca Clásica Gredos), presenta la siguiente clasificación de los mitos platónicos:"a) Mitos escatológicos. Origen del alma: Fedón 95c ss; Timeo 40b ss y 90a ss. Caída, infierno, metempsicosis: los caballos alados, Fedro246, el infierno de Gorgias 522a ss; el mito de Er, Rep. X 614a; metempsicosis, Fedro 248e, y Fedón 80e; reminiscencia, Menón 81b ss; naturaleza humana, Timeo 69c ss; Rep. IV 436a ss.- b) Mitos antropológicos. El mito del andrógino, Banquete 189d ss. El nacimiento de Eros, Banquete 201d. El mito de Prometeo, Protágoras 320a ss.- c) Mitos cosmológicos. Mito del mundo, Cronos, Político 268d; Leyes IV 713b ss. El hombre natural, Rep. II 272a ss., y III 678c ss. El mito geográfico, Fedón 107d. La Atlántida, Timeo 20d;Critias 108d ss.- d) Mitos gnoseológicos. La Caverna, Rep VII 514b ss."   
 Por su parte, Joan Baltza en la entrada Mito/Logos del  diccionario de hemenéutica señalado con antelación, expone  que Platón en el ámbito de la lógica conceptual abstractiva, recurrirá al mythos como remedio de lo contradictorio de su dialéctica identitaria, y cita  en el Timeo, el ejemplo del demiurgo, “éste se encuentra —dice—entre el mundo inteligible  o visible –horatós: e.e. el mundo de las ideas--, y el mundo sensible o invisible –aóratos: e.e. sin idea, sin forma, puro devenir impermanente--…”
El mismo autor interpreta el mito de la caverna citado por Platón en la República en los términos siguientes: “lo obscuro, dice, las sombras, el Mal, --la cueva—enfrentando a lo claro, la luz, el Bien –el sol: representación de la Idea de las Ideas—la ascensión dialéctica desde el reino de las sombras –lo infernal, lo confuso—hacia y hasta el reino de la claridad brillante –lo celeste, lo definido--: es también la ascensión del mythos al logos…”.
En tanto Antonio Alegre Gorri en la entrada Platón del propio diccionario de hermenéutica, lo  define  como  el filósofo del símbolo en el sentido etimológico de la palabra y hace cuatro lecturas del mito de la caverna a saber:
a)    Descripción textual, en que menciona que hay una pared al fondo de la caverna por donde pasan las sombras que los prisioneros tienen como reales y quienes miran sólo al frente; en tanto que en la parte posterior, existe una tapia tras de la cual pasan hombres portando objetos que sobresalen por encima y cuyas sombras se proyectan al frente. Atrás de todo ello muy cerca de la entrada, existe un fuego que permite la proyección de las sombras  antes mencionadas, que representa el Sol y las cosas naturales iluminadas y engendradas por el mismo astro, lo que metafóricamente representarían el Bien y las Ideas.
b)   Lectura epistemológica (ofrecida por Platón en la República).En la que contrapone lo opinable y lo pensable. La imaginación y creencias, con el pensamiento y la inteligencia.
c)    Lectura religiosa antropológica. En la que están en juego los instintos y su control, con las ideas normales, formales y principios superiores.
d)   Lectura política. Los regímenes políticos negativos, respecto a la ciudad ideal.
 En el diálogo el  Político  cuya  estructura,   de acuerdo a María Isabel Santa Cruz (Biblioteca Clásica Gredos), consta de cinco partes, a saber: “I. Uso del método de división dicotómica, para llegar a la definición preliminar del político como pastor del rebaño humano (257 a-268 b). II. Mito sobre la reversión periódica del universo y corrección de la definición inicial del político (268 d- 277 a). III. Definición del arte de tejer, tomando como modelo del arte político (277 a- 283 c). IV. Caracterización del arte de medir y de la justa medida (283 c- 287 b). V. Distinción de los estamentos de la sociedad y de los diferentes regímenes de gobierno, para llegar a la definición final del político como tejedor real (287 b- 311 c)”, es claro que el mito tiene una gran relevancia  en su desarrollo respecto a la reversión del universo y las consecuencias que trae consigo para la vida humana.
  En "Fedro"Platón presenta el mito del carro alado como una metáfora del alma, sus partes y del afán humano por el conocimiento y el ser. En el “Banquete”, de acuerdo a la enseñanza de Diotima, el mito de Eros como el  hijo  de Poros (el recurso económico)  y Penia (la pobreza). Es decir de la opulencia  y de la extrema miseria.
En todos los casos, Platón justifica el uso del mito  indicando que es una forma adecuada para hacer una exposición más accesible y didáctica de temas filosóficos que la puramente racional y lógica, pero a veces también, que hay temas que parecen exceder las posibilidades del conocimiento humano y sólo se pueden presentar de un modo aproximado, intuitivo, y metafórico. Los mitos en Platón no tienen una interpretación única y absoluta; tiene un grado de libertad que nadie es capaz de constreñir .
En ese orden de ideas, concluyo esta reflexión  con las palabras de Víctor Brochard. El mito no puede ser eliminado de la filosofía platónica, pues desaparecería de ella la doctrina del mundo, del alma y de Dios, así como parte de la teoría de las ideas. Es  algo más que  una opinión probable. Aparece como  un modo de expresar el  reino del devenir. 


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